PRIMERAS CÁTEDRAS DE LA UNIVERSIDAD
DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
Los
estudios universitarios aparecen en Guatemala desde mediados del siglo XVI,
cuando el primer obispo del reino de Guatemala, Licenciado Don Francisco
Marroquín, funda el Colegio Universitario de Santo Tomás, en el año de 1562,
para becados pobres; con las cátedras de filosofía, derecho y teología. Los
bienes dejados para el colegio universitario se aplicaron un siglo más tarde
para formar el patrimonio económico de la Universidad de San Carlos, juntamente
con los bienes que legó para fundarla, el correo mayor Pedro Crespo Suárez.
Principios
del siglo XVI otros colegios universitarios, como el Colegio de Santo Domingo y
el Colegio de San Lucas, que obtuvieron licencia temporal de conferir grados.
La
Universidad de San Carlos logró categoría internacional, al ser declarada
Pontificia por la Bula del Papa Inocencio XI, emitida con fecha 18 de junio de
1687.
Primeras Cátedras:
- Cánones
- Leyes
- Medicina
- Teología Escolástica
- Teología Moral
- Dos cursos de lenguas
La Real Universidad de San Carlos Borromeo recibió
la aprobación por bula del 18 de junio de 1687, diez años después de su fundación y seis años
después de que comenzaran las clases.
La admisión a la Universidad no era sencilla:
estaban excluidos de ella los negros, los chinos, los morenos, los mulatos y
los que hubieren sido penitenciados por el Santo Oficio o que ellos mismos hubieren incurrido en esa
desgracia.
Los aborígenes sí tenían derecho a matricularse y a obtener grados y consta que
hubo entre ellos algunos que lucieron su talento en las materias que cursaron.
Inicialmente,
en la universidad, se impartieron siete cátedras: Teología Escolástica,
Teología Moral, Cánones, Leyes, Medicina y dos lenguas. Derechos
(civil y canónico), medicina, filosofía y teología, incluyó en sus estudios la
docencia de lenguas indígenas.
Durante la época colonial, cruzaron sus aulas
más de cinco mil estudiantes y además de las doctrinas escolásticas, se
enseñaron la filosofía moderna y el pensamiento de los científicos ingleses y
franceses del siglo XVIII.
Sus
puertas estuvieron abiertas a todos: criollos, españoles, indígenas y entre sus
primeros graduados se encuentran nombres de indígenas y personas de extracción
popular. Los concursos de cátedras por oposición datan también desde esa época
y en muchos de ellos triunfaron guatemaltecos humildes de origen, como el
Doctor Tomás Pech, de origen indígena y el Doctor Manuel Trinidad de Avalos y
Porres, hombre de modesta cuna, a quien se atribuye la fundación de la
investigación científica en la Universidad de San Carlos, por la evidencia que
existe en sus trabajos médicos experimentales, como transfusiones e
inoculaciones en perros y otros animales.
La
legislación contempló desde sus fases iniciales, el valor de la discusión
académica, el comentario de textos, los cursos monográficos y la lección
magistral. La libertad de criterio está ordenada en sus primeros estatutos, que
exigen el conocimiento de doctrinas filosóficas opuestas dialéctica, para que
el esfuerzo de la discusión beneficiara con sus aportes formativos la educación
universitaria. El afán de reforma pedagógica y de lograr cambios de criterios
científicos es también una característica que data de los primeros años de su
existencia.
En
las ciencias jurídicas, cuyo estudio comprendía los derechos civil y canónico,
también se registraron modificaciones significativas al incorporar el examen
histórico del derecho civil y romano, así como el derecho de gentes, cuya
introducción se remonta al siglo XVIII en nuestra universidad.
Cátedras
de economía política y de letras. Los
primeros atisbos de colegiación pueden observarse desde el año de 1810, cuando
se fundó en Guatemala el ilustre Colegio de Abogados, cuya finalidad principal
era la protección y depuración del gremio. Esta institución desapareció en el último
cuarto del siglo XIX, para resurgir en el año de 1947. Semejanza de lo que
ocurrió en otros países de América Latina, nuestra universidad luchó por su
autonomía, que había perdido a fines del siglo pasado, y la logró con fecha 9
de noviembre del año 1944, decretada por la Junta Revolucionaria de Gobierno.
Con ello se restableció el nombre tradicional de la Universidad de San Carlos
de Guatemala y se le asignaron rentas propias para lograr un respaldo económico.
La Constitución de Guatemala emitida en el año
de 1945, consagró como principio fundamental la autonomía universitaria, y el
Congreso de la República complementó las disposiciones de la Carta Magna con la
emisión de una Ley Orgánica de la Universidad, y una Ley de Colegiación
obligatoria para todos los graduados que ejerzan su profesión en Guatemala.
Desde septiembre del año 1945, la Universidad de San Carlos de Guatemala
funciona como entidad autónoma con autoridades elegidas por un cuerpo
electoral, conforme el precepto legal establecido en su Ley Orgánica; y se ha
venido normando por los siguientes principios que, entre otros, son el producto
de la Reforma Universitaria en 1944: Libertad de elegir autoridades
universitarias y personal docente, o de ser electo para dichos cuerpos sin
ingerencial alguna del Estado.
ü Asignación
de fondos que se manejan por el Consejo Superior Universitario con entera
autonomía.
ü Libertad
administrativa y ejecutiva para que la Universidad trabaje de acuerdo con las
disposiciones del Consejo Superior Universitario.
ü Dotación
de un patrimonio consistente en bienes registrados a nombre de la Universidad.
üElección
del personal docente por méritos, en examen de oposición.
üParticipación
estudiantil en las elecciones de autoridades universitarias.
ü Participación
de los profesionales catedráticos y no catedráticos en las elecciones de
autoridades.